SRMON 34 "El llamado al discipulado radical" (Mateo 10:32-42)

 Tema:

"El llamado al discipulado radical" (Mateo 10:32-42)


Exégesis del texto

El texto de Mateo 10:32-42 presenta las palabras de Jesús sobre el costo y la

recompensa del discipulado. Subraya la importancia de confesar a Cristo ante

los hombres, incluso si ello conlleva persecución. Jesús también destaca la

necesidad de ponerlo a Él en primer lugar, incluso por encima de las

relaciones familiares, y promete recompensas para quienes lo siguen

fielmente.


Introducción

Queridos hermanos y hermanas, el discipulado es un camino que todo

seguidor de Jesús está llamado a emprender. Sin embargo, este llamado no

es para los débiles de corazón; es un llamado al discipulado radical. Hoy

exploraremos las palabras de Jesús en Mateo 10:32-42, donde nos desafía a

confesarlo ante los hombres, a amarlo por encima de todo y a seguir su

llamado con determinación.


Desarrollo del sermón:


I. Confesar a Jesús delante de los hombres (Mateo 10:32-33)

a) La importancia de la confesión (Mateo 10:32). Jesús nos anima a

confesarlo ante los hombres para que Él nos confiese ante el Padre.

b) La negación y sus consecuencias (Mateo 10:33). Negar a Jesús ante los

hombres puede resultar en negar el acceso al Padre.


II. Amar a Jesús por encima de todo (Mateo 10:34-39)

a) La espada de la división (Mateo 10:34-36). Jesús advierte que seguirlo

puede crear división incluso dentro de las familias.

b) Los que pierden la vida por causa de Él (Mateo 10:37-39). Jesús

enfatiza que amarlo por encima de todo conduce a la vida eterna.


III. Recibir a los discípulos (Mateo 10:40-42)

a) Recompensa por recibir a los mensajeros de Jesús (Mateo 10:40-41).

Jesús promete recompensas para quienes reciban a sus discípulos.

b) La recompensa por dar un vaso de agua (Mateo 10:42). Jesús reconoce

hasta el más mínimo acto de bondad en Su nombre.


Conclusión

Mi amado discipulado radical es un camino exigente, pero es el camino que

Jesús nos llamó a recorrer. En Mateo 10:32-42, Jesús nos desafía a confesarlo

ante los hombres, a amarlo por encima de todos los demás y a acoger y cuidar

a sus discípulos. La confesión de Jesús es un acto de fidelidad y de valentía.

Nos promete que si lo confesamos ante los hombres, Él nos confesará ante

nuestro Padre celestial. Sin embargo, debemos estar preparados para

enfrentar oposición y persecución debido a este compromiso. Amar a Jesús

por encima de todos los demás es una elección radical. Esto significa que

nuestra lealtad a Él supera todas las demás relaciones y prioridades de nuestra

vida. Sin embargo, la recompensa es la vida eterna y la comunión con Dios

mismo. Recibir y cuidar a los discípulos de Jesús es un acto de servicio que

Él valora profundamente. Incluso el más mínimo acto de bondad no pasa

desapercibido para Él, y promete recompensas por esos gestos. En este

llamado al discipulado radical, podemos encontrar desafíos pero también

recompensas eternas. Que sigamos las palabras de Jesús con determinación,

amándolo sobre todo y cuidándonos unos a otros como discípulos fieles. Que

nuestra confesión de fe sea inquebrantable, incluso ante la adversidad, y que

sepamos que Él está con nosotros en cada paso del camino. En el nombre de

Jesús, amén.

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