SERON 29 "El poder de perdonar los pecados" (Mateo 9:1-8)
Tema:
"El poder de perdonar los pecados" (Mateo 9:1-8)
Exégesis del texto
El texto de Mateo 9:1-8 informa uno de los milagros notables de Jesús, donde
demuestra su poder no sólo para sanar enfermedades físicas, sino también
para perdonar pecados. Jesús estaba en Cafarnaúm y fue llevado ante un
paralítico que llevaban unos hombres. El paralítico buscaba no sólo la
curación física, sino principalmente el perdón de sus pecados. Jesús, al ver la
fe de los hombres que traían al paralítico, le dijo: "Hijo, ten ánimo; tus
pecados te son perdonados". Esto provocó una reacción de los escribas,
quienes cuestionaron internamente la autoridad de Jesús para perdonar los
pecados, ya que sólo Dios podía hacerlo. Jesús, para demostrar su autoridad
divina, le dijo al paralítico que se levantara, tomara su camilla y se fuera a
casa. El hombre se levantó y fue sanado instantáneamente, demostrando que
el poder de perdonar pecados y el poder de sanar estaban intrínsecamente
ligados a Su naturaleza divina. Este texto nos enseña que Jesús no sólo alivia
el sufrimiento físico, sino que también ofrece curación espiritual y perdón de
los pecados, revelando así su suprema autoridad divina.
Introducción
Queridos hermanos y hermanas, hoy exploraremos uno de los milagros más
profundos e impactantes de Jesús registrados en el Evangelio de Mateo,
capítulo 9, versículos 1 al 8. En este texto, se nos presenta el poder de
perdonar pecados que solo pertenece a Dios y se manifiesta en Cristo mismo.
Imagínese la escena: Jesús estaba en Capernaúm y las noticias de sus
enseñanzas y milagros se difundían rápidamente. Le traen un paralítico
llevado por unos hombres. Sin embargo, este hombre no solo buscaba
curación física, sino que buscaba el perdón de sus pecados, una carga que
pesaba mucho sobre su corazón. Al ver la fe de los que traían al paralítico,
Jesús, con compasión, dijo: "Hijo, ten ánimo; tus pecados te son
perdonados". Aquí, en pocas palabras, vemos el poder divino de Jesús para
perdonar pecados y aliviar las cargas espirituales. Pero, como siempre sucede
cuando se revela la verdadera autoridad de Jesús, hubo murmullos de duda e
incredulidad entre los escribas presentes, quienes cuestionaron su poder para
perdonar pecados. Sin embargo, Jesús no sólo proclamó Su poder para
perdonar pecados, sino que también demostró Su autoridad sanando al
paralítico instantáneamente. Nos recuerda que el perdón de los pecados y la
sanación espiritual están intrínsecamente vinculados y disponibles en
Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Hoy exploraremos este pasaje en
detalle, descubriendo el significado más profundo del poder de perdonar
pecados y cómo se aplica a nuestras vidas.
Desarrollo del sermón:
I. El encuentro del paralítico con Jesús
a) La necesidad del paralítico: No sólo buscaba la curación física, sino
también el perdón de sus pecados.
b) Referencia Bíblica: Mateo 9:2 - "Y he aquí, le trajeron un paralítico
acostado en una cama. Y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico:
'Hijo, ten ánimo; tus pecados te son perdonados.'
c) La fe de los que lo trajeron: Las acciones de aquellos que lo trajeron a
Jesús demostraron fe genuina.
d) Referencia Bíblica: Mateo 9:2 - "Y he aquí, le trajeron un paralítico
acostado en una cama. Y Jesús, viendo la fe de ellos, dijo al paralítico:
'Hijo, ten ánimo; tus pecados te son perdonados.'
II. La reacción de los escribas
a) Duda sobre la autoridad de Jesús: Los escribas cuestionaron
interiormente la capacidad de Jesús para perdonar los pecados.
b) Referencia Bíblica: Mateo 9:3 - "Y he aquí, algunos de los escribas
decían entre sí: Éste blasfema".
c) La naturaleza divina de Jesús: Jesús demostró su autoridad divina al
perdonar los pecados.
d) Referencia Bíblica: Mateo 9:6 - "Para que sepáis que el Hijo del
Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces
dijo al paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a casa".
III. El poder de perdonar los pecados
a) La autoridad divina de Jesús: La capacidad de perdonar los pecados es
una prerrogativa divina.
b) Referencia Bíblica: Isaías 43:25 - "Yo, yo soy el que borro vuestras
transgresiones por amor a mí mismo y vuestros pecados no me
acuerdo".
c) Alivio de la carga espiritual: El perdón de los pecados elimina la carga
espiritual que llevamos.
d) Referencia Bíblica: Salmo 103:12 - "Cuanto está lejos el Oriente del
Occidente, tanto aleja de nosotros nuestras transgresiones".
IV. La curación física como signo de poder espiritual
a) Sanación instantánea: Jesús sanó al paralítico instantáneamente para
demostrar su autoridad divina.
b) Referencia Bíblica: Mateo 9:6 - "Para que sepáis que el Hijo del
Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces
dijo al paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a casa".
c) Perdón y sanación en nuestras vidas: Así como el paralítico
experimentó el perdón y la sanación, nosotros podemos encontrar alivio
de nuestras cargas espirituales en Jesús.
d) Referencia Bíblica: 1 Juan 1:9 - "Si confesamos nuestros pecados, él es
fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda
maldad".
Conclusión
Mis queridos hermanos y hermanas, el relato de Mateo 9:1-8 nos recuerda el
increíble poder de perdonar pecados que reside en nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. En este pasaje, vemos a un paralítico que no sólo deseaba la
curación física, sino que anhelaba algo aún más profundo: el perdón de sus
pecados. Esta búsqueda del perdón nos habla de la necesidad universal del
alma humana de redención espiritual. Observe cómo fue recompensada la fe
de quienes llevaron al paralítico a Jesús. Jesús no sólo vio la necesidad física
del hombre, sino que también discernió la carga espiritual que lo oprimía.
Con compasión divina, declaró: "Hijo, ten buen ánimo; tus pecados te son
perdonados". Con estas palabras Jesús reveló su autoridad suprema para
perdonar pecados, autoridad que sólo pertenece a Dios, sin embargo, como
es común cuando se revela la verdadera autoridad de Jesús, hubo
murmuraciones y dudas por parte de los escribas. Cuestionaron la capacidad
de Jesús para perdonar pecados, sin entender que Jesús era Dios mismo
encarnado, el Salvador que vino a liberar a la humanidad de sus pecados. El
poder de perdonar pecados es una de las características más preciosas del
ministerio de Jesús. No sólo alivia el sufrimiento físico sino que ofrece la
curación espiritual más profunda y duradera. Cuando Jesús sanó al paralítico,
demostró que la curación física es una señal del poder espiritual del perdón
que Él ofrece. Hoy, como el paralítico, todos presentamos nuestras cargas
espirituales ante Jesús. Podemos estar seguros de que a medida que
confesemos nuestros pecados y busquemos Su perdón, Él nos elevará
espiritualmente, quitará el peso de nuestros pecados y nos dirá: "Hijo, ten
buen ánimo; tus pecados te son perdonados".
Que comprendamos y apreciemos el extraordinario poder de perdonar
pecados que sólo Jesús posee. Que busquemos Su gracia y perdón
diariamente, encontrando liberación y vida eterna en Su nombre.
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