SERMON 55 Insatisfecho con Jesús
Tema:
Insatisfecho con Jesús
Texto:
Basado en Mateo 21:14-16
Introducción:
Jesús vino a la Tierra e hizo el bien, realizó milagros, enseñó la verdad y
sacrificó su vida en la cruz. Aun así, hubo momentos en que ciertas personas
estaban disgustadas con Él. Los evangelios registran algunas ocasiones en
las que las personas estaban indignadas con Jesús por lo que Él permitía y/o
lo que estaba haciendo. ¿Por qué estas personas estaban tan molestas con
Jesús? ¿Y podríamos ser culpables de la misma actitud hoy?
I. Los que estaban descontentos con Jesús
a) Los principales sacerdotes y los escribas (Mateo 21:14-16) estaban
indignados de que Jesús estuviera recibiendo alabanzas en respuesta a
su curación; Estaban molestos porque Jesús estaba obteniendo el honor
que querían para ellos.
b) Los discípulos (Mateo 26:6-13) – estaban INDIGNADOS ante el
aparente despilfarro de una mujer que ungió a Jesús con un perfume
caro; estaban molestos porque creían que tenían un plan "mejor" para
esta función
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c) El funcionario de la sinagoga (Lucas 13:10-17) – estaba indignado
porque Jesús había sanado a una mujer en sábado; Le molestó que Jesús
no considerara las tradiciones humanas iguales a la ley de Dios, por lo
que las defendió.
II. ¿Cómo se nos puede culpar por esta actitud?
a) Al igual que los principales sacerdotes, si queremos seguidores para
nosotros mismos, nos enojaremos cuando sigan a Jesús primero:
debemos protegernos del deseo de preeminencia o de tener discípulos
propios (3 Juan 9; Hechos 20:30); Necesitamos la actitud de Pablo al
señalar a la gente a Jesús (2 Corintios 4:5)
b) Al igual que los discípulos, si queremos seguir nuestro plan, nos
molestarán las “restricciones” y “limitaciones” del Nuevo Testamento:
no debemos tomarnos libertades que nos parezcan correctas, sino
respetar la autoridad de Dios y los límites de Su palabra (Colosenses
3:17); el reino está abierto para aquellos que hacen la voluntad del
Padre (Mateo 7:21-23) 164
c) Al igual que el funcionario de la sinagoga, si queremos vincular
nuestras opiniones a las de los demás, nos enojaremos cuando se nos
señale que nuestras opiniones no son iguales a la voluntad revelada de
Dios; debemos tener cuidado de no “enseñar como doctrinas los
preceptos de Dios”. hombres” (Mateo 15:9); simplemente sigue la
palabra de Dios (Gálatas 1:6-9) y anima a otros a hacer lo mismo.
Conclusión
a) Debemos evitar enaltecernos a nosotros mismos, a nuestros planes y a
nuestras opiniones.
b) En cambio, necesitamos exaltar a Cristo, sus caminos y su palabra.
c) Esto requiere humildad: si estamos dispuestos a someternos a Cristo,
podemos agradarle; Si NO estamos dispuestos a someternos a Cristo,
entonces Él no nos agradará.
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