SERMON 51

 Tema:

"La Transfiguración de Jesús: Revelando Su Divina Gloria" Mateo 17:1-13


Estructura del sermón:

Exégesis del texto

La transfiguración de Jesús está registrada en Mateo 17:1-13. En este evento,

Jesús lleva a Pedro, Santiago y Juan a un monte alto, donde Su apariencia se

transforma. Su rostro brilla como el sol, sus vestidos resplandecen y aparecen

Moisés y Elías hablando con Él. Una voz del cielo declara: "Este es mi Hijo

amado, en quien tengo complacencia; a él oíd".


Introducción

Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy exploraremos uno de los

momentos más extraordinarios y profundos de la vida de Jesús: la

transfiguración, como se registra en Mateo 17:1-13. Este evento revela la

gloria divina de Jesús de manera deslumbrante, confirmando su identidad

como Hijo de Dios y el Mesías prometido.

Imaginemos la escena: Jesús lleva a Pedro, Santiago y Juan a un monte alto,

y allí, ante los ojos atónitos de los discípulos, se transfigura. Su rostro brilla

como el sol, sus ropas brillan y aparecen Moisés y Elías hablando con Él.

Esta experiencia fue tan profunda que Pedro quiso construir tiendas para

Jesús, Moisés y Elías. En este sermón, profundizaremos en la transfiguración

de Jesús y sus profundas implicaciones para nuestra fe y comprensión de

quién es Él. Veremos cómo este evento revela la gloria divina de Jesús, su

continuidad con la Ley (representada por Moisés) y los Profetas

(representados por Elías) y la confirmación del Padre celestial de su misión.


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Desarrollo del sermón


I. La Transfiguración de Jesús (Mateo 17:1-3)

a) La subida a la montaña - Mateo 17:1: "Seis días después, Jesús tomó

consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó solos a un

monte alto".

b) La transformación de Jesús - Mateo 17:2: "Y se transfiguró delante de

ellos; su rostro resplandeció como el sol, y sus vestidos se volvieron

blancos como la luz".

c) La Presencia de Moisés y Elías - Mateo 17:3: "Y he aquí, se les

aparecieron Moisés y Elías, hablando con él". Explicación La

transfiguración revela la naturaleza divina de Jesús. Su apariencia

brillante representa Su gloria celestial. Moisés y Elías simbolizan la

continuidad de la Ley y los Profetas en Cristo.


II. La Voz del Padre Celestial (Mateo 17:4-5)

a) La reacción de Pedro - Mateo 17:4: "Entonces Pedro habló y dijo a

Jesús: Señor, bueno es que estemos aquí; si quieres, haré aquí tres

tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías."

b) La Voz del Padre - Mateo 17:5: "Mientras él aún hablaba, una nube de

luz los cubrió; y he aquí, salió de la nube una voz que decía: Este es mi

Hijo amado, en quien tengo complacencia; escuchad. a él. "

c) Explicación La voz del Padre confirma la identidad de Jesús como el

Hijo amado de Dios, destacando la necesidad de escucharlo y

obedecerlo.


III. El significado de la Transfiguración (Mateo 17:6-13)

a) El temor de los discípulos - Mateo 17:6: "Cuando los discípulos oyeron

esto, cayeron sobre su rostro y tuvieron mucho miedo".


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b) Jesús restaura la calma - Mateo 17:7: "Jesús se acercó y los tocó, y dijo:

Levantaos y no temáis".

c) Confirmación de la identidad de Jesús - Mateo 17:8: "Alzando los ojos,

no vieron a nadie sino a Jesús solo".

d) Explicación: La transfiguración fortaleció la fe de los discípulos y

confirmó la identidad única de Jesús como Hijo de Dios.


Conclusión

Amados, la transfiguración de Jesús es un evento celestial que reveló Su

gloria divina de manera deslumbrante. No sólo confirmó Su identidad como

Hijo de Dios y Mesías prometido, sino que también proporcionó una visión

del Reino de los Cielos. La voz de nuestro Padre celestial resonó desde el

cielo, proclamando su aprobación y recordándonos que escuchemos y

sigamos a Jesús. Como Pedro, Santiago y Juan, podemos asombrarnos de la

majestad de Cristo. Sin embargo, Jesús nos llama a no tener miedo, sino a

levantar los ojos y ver sólo a Él. Él es el centro de nuestra fe, y su gloria debe

iluminar nuestras vidas. Que la revelación de la gloria de Jesús en la

transfiguración nos inspire a seguir a Cristo con devoción y fe

inquebrantable. Que reconozcamos Su autoridad como Hijo de Dios y

escuchemos Su voz, porque Él es el camino, la verdad y la vida. En el nombre

de Jesús, amén.

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