SERMON 42 El trigo y la cizaña
Tema:
El trigo y la cizaña (Mateo 13:24-30, 36-43)
Exégesis del texto
El extracto de Mateo 13:24-30, 36-43 contiene la parábola del trigo y la
cizaña, una de las parábolas más significativas de Jesús. En esta parábola,
Jesús usa una imagen agrícola familiar para ilustrar una importante lección
espiritual. Un granjero planta trigo en su campo, pero durante la noche, un
enemigo siembra cizaña entre el trigo. Cuando los sirvientes notan la paja, le
preguntan al granjero qué hacer. El granjero ordena que ambos crezcan
juntos hasta la cosecha, cuando se recogerá el trigo y se separará la paja y se
quemará. Luego, Jesús explica la parábola a sus discípulos, identificando al
agricultor como el Hijo del Hombre (Él mismo), el campo como el mundo,
el trigo como los hijos del Reino y la cizaña como los hijos del maligno. Él
enseña que habrá una cosecha final, donde los justos brillarán como el sol y
los malvados serán arrojados al horno de fuego.
Introducción
Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy exploraremos una de las
parábolas más profundas e instructivas de Jesús, la parábola del trigo y la
cizaña, que se encuentra en Mateo 13:24-30 y luego explicada por Él en
Mateo 13:36-43. Jesús utilizó a menudo imágenes e historias de la vida
cotidiana para transmitir lecciones espirituales esenciales. En esta parábola,
nos presenta una escena agrícola familiar: un granjero plantando trigo en su
campo. Sin embargo, durante la noche, un enemigo siembra cizaña entre el
trigo. Cuando los sirvientes notan la cizaña, preguntan qué hacer y el granjero
les ordena que cultiven juntos hasta la cosecha.
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Al profundizar en esta parábola, debemos entender que Jesús nos está
enseñando sobre la coexistencia del bien y el mal en el mundo, representado
por el trigo (los hijos del Reino) y la cizaña (los hijos del maligno). Nos
revela una verdad importante: que habrá un día final de la cosecha, cuando
se determinará el destino eterno de cada persona. En los próximos momentos,
exploraremos cada aspecto de esta parábola y las profundas implicaciones
espirituales que tiene para nuestras vidas. Entendamos el significado del trigo
y la cizaña, el papel del Hijo del Hombre (Jesús) y cómo podemos
prepararnos para la cosecha final.
Desarrollo del sermón
I. La parábola del trigo y la cizaña (Mateo 13:24-30)
a) El labrador y la siembra (Mateo 13:24) Jesús presenta la figura del
labrador que siembra trigo en su campo.
b) La entrada de la cizaña (Mateo 13:25) Un enemigo siembra cizaña en
el campo por la noche, representando la presencia del mal en el mundo.
c) La reacción de los sirvientes (Mateo 13:26-27) Los sirvientes notan la
maleza y le preguntan al granjero qué hacer.
d) La decisión del granjero (Mateo 13:28-30) El granjero ordena que el
trigo y la cizaña crezcan juntos hasta la cosecha.
II. La explicación de Jesús (Mateo 13:36-43)
a) Los discípulos buscan aclaración (Mateo 13:36) Los discípulos le piden
a Jesús que les explique la parábola.
b) La identificación de los elementos (Mateo 13:37-39) Jesús identifica al
labrador como el Hijo del Hombre, el campo como el mundo, el trigo
como los hijos del Reino y la cizaña como los hijos del maligno.
c) El destino del trigo y la cizaña (Mateo 13:40-42) Jesús describe el
destino del trigo, que se cosecha y almacena, y de la cizaña, que se
arroja en el horno de fuego.
d) El brillo de los justos (Mateo 13:43) Jesús concluye explicando que los
justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre.
III. Implicaciones prácticas de la parábola del trigo y la cizaña
a) La Coexistencia del Bien y del Mal (Mateo 13:29-30) Debemos
entender que el bien y el mal coexisten en el mundo, y Dios permitirá
que ambos crezcan hasta el juicio final.
b) Preparación para la cosecha (Mateo 13:43) Debemos buscar vivir como
hijos del Reino, preparándonos para la cosecha final.
c) Juicio y destino eterno (Hebreos 9:27) El destino eterno de cada
persona será determinado en el juicio final, y debemos prepararnos para
ese día.
d) Brillar como luz en el mundo (Mateo 5:16) Como hijos del Reino,
debemos brillar como luz en el mundo, reflejando la gloria de Dios.
Conclusión
Amados, la parábola del trigo y la cizaña nos recuerda la realidad de la
coexistencia del bien y el mal en este mundo. Nos enseña que mientras el
mal está presente, Dios permite que ambos crezcan juntos hasta el día de la
cosecha final. En ese día, el Hijo del Hombre (Jesús) vendrá como el gran
labrador a cosechar el trigo, que representa a los hijos del Reino, y echar en
el horno de fuego la cizaña, que representa a los hijos del maligno. Esta es
una imagen solemne del juicio final. Por lo tanto, como discípulos de Cristo,
debemos prepararnos para ese día viviendo según los valores del Reino,
brillando como una luz en el mundo y proclamando el Evangelio de
salvación. Debemos buscar ser trigo entre la paja, demostrando nuestra
pertenencia al Reino de Dios.
Que, al reflexionar en esta parábola, nos dediquemos a vivir según la
voluntad de Dios, buscando ser justos y fieles a Él. Que brillemos como el
sol en el Reino de nuestro Padre celestial y esperemos con esperanza el día
del fin de la cosecha, cuando estaremos con el Señor para siempre. En el
nombre de Jesús, amén.
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