SERMON 37 La sabiduría de la aceptación y el rechazo (Mateo 11:20-30)
Tema:
La sabiduría de la aceptación y el rechazo (Mateo 11:20-30)
Estructura del sermón:
Exégesis del texto
Mateo 11:20-30 comienza con Jesús reprendiendo a las ciudades donde se
realizaron la mayoría de sus milagros porque no se arrepintieron. Compara
estas ciudades con Tiro y Sidón, famosas ciudades paganas que, si hubieran
presenciado los milagros de Jesús, se habrían arrepentido. Luego Jesús
extiende una invitación a aquellos que están cansados y agobiados,
prometiéndoles descanso en Su gracia. Él revela su autoridad divina como
Hijo e invita a las personas a aprender de él.
Introducción
Amados hermanos y hermanas en Cristo, hoy recurrimos al texto de Mateo
11:20-30, en el que Jesús nos presenta la sabiduría de la aceptación y el
rechazo. En este extracto, vemos cómo las ciudades que presenciaron los
milagros de Jesús enfrentaron la elección de aceptar o rechazar su mensaje.
Contemplamos también la invitación de Jesús a los que están cansados y
agobiados, ofreciéndoles descanso en su gracia.
Desarrollo del sermón
I. La responsabilidad de aceptar o rechazar (Mateo 11:20-24)
a) La reprensión de las ciudades (Mateo 11:20-23) Jesús reprende a las
ciudades que lo vieron realizar milagros pero no se arrepintieron. Los
compara con Tiro y Sidón, indicando que estas ciudades paganas se
habrían arrepentido si hubieran presenciado los mismos milagros.
b) La gravedad del rechazo (Mateo 11:24) Jesús enfatiza la gravedad del
rechazo del mensaje divino y cómo afecta la responsabilidad de cada
individuo.
c) La invitación al arrepentimiento (Mateo 11:28) A pesar del rechazo,
Jesús continúa invitando a la gente a arrepentirse, mostrando su gracia
y misericordia.
d) La lección para nuestras vidas (Lucas 13:3) Así como las ciudades
tuvieron que elegir entre aceptar o rechazar a Jesús, nosotros también
enfrentamos esta misma elección en nuestras vidas.
II. La invitación de Jesús al descanso (Mateo 11:28-30)
a) Venid a mí todos los que estáis cansados (Mateo 11:28) Jesús invita a
los que están cansados y agobiados a venir a Él para descansar.
b) Descanso para las almas (Mateo 11:29) Él promete descanso para las
almas de quienes lo siguen, aliviando el peso del pecado y las
preocupaciones de la vida.
c) La mansedumbre y humildad de Jesús (Mateo 11:29) Jesús describe su
mansedumbre y humildad como un ejemplo a seguir para sus
seguidores.
d) La ligereza de su yugo (Mateo 11:30) Compara su yugo con un peso
ligero, lo que indica que seguir a Cristo trae libertad y paz.
III. La autoridad de Jesús como Hijo (Mateo 11:27)
a) Revelación del Padre a los hijos (Mateo 11:27) Jesús afirma Su relación
única con el Padre, revelando cómo el conocimiento de Dios se
transmite a los creyentes.
b) Conocimiento exclusivo del Hijo (Mateo 11:27) Enfatiza Su autoridad
exclusiva como Hijo, siendo la única puerta al conocimiento de Dios.
c) La importancia de conocer a Cristo (Juan 17:3) Jesús nos enseña que
conocerlo a Él y al Padre es la clave para la vida eterna.
d) El llamado a seguirlo (Juan 10:27) Él invita a todos a seguirlo y conocer
su autoridad y gracia.
Conclusión
Amados hermanos y hermanas, el texto de Mateo 11:20-30 nos presenta una
elección crucial en nuestras vidas: aceptar o rechazar el mensaje y la
invitación de Jesús. Vemos la responsabilidad que acompaña a esta elección,
así como la gravedad de rechazar el mensaje divino. Sin embargo, también
contemplamos la maravillosa invitación de Jesús a quienes están cansados y
agobiados, ofreciendo descanso a las almas. Nos invita a seguirlo con
mansedumbre y humildad, prometiéndonos un yugo fácil y la revelación del
Padre. El conocimiento de Cristo es la clave de la vida eterna, y nos llama a
conocerlo a Él y al Padre. Hoy, somos desafiados a toma la decisión correcta:
acepta la invitación de Jesús, encuentra descanso en su gracia y conoce la
autoridad divina que posee como Hijo. Que podamos responder a esta
invitación con fe, arrepentimiento y sumisión, encontrando verdadera
sabiduría al aceptar a Cristo como nuestro Señor y Salvador. En el nombre
de Jesús, amén.
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